VALORAR UN CASTILLO

Lo que vale un castillo
Sus orígenes se remontan al S VIII, incluye iglesia románica y cementerio. Se alquilaba por un precio simbólico a quien la restaurase y mantuviese. Su perfil pintoresco formó parte de nuestro logotipo.	Castillo de Ribelles Lerida, S VIII-XIII	La pregunta más frecuente que nos hacen sobre castillos es: ¿Cuánto vale... cómo se valora un castillo? Sólo el necio confunde valor y precio. El precio de un castillo, que no su valor, es el que un comprador esté dispuesto a pagar por ella... y el propietario a venderla, claro. Es relativamente fácil saber en cuánto lo vendería el dueño llegado el momento (no basta con preguntarle, claro...), pero cuánto daría por él un comprador "normal", eso ya es harina de otro costal. Porque no hay nada "normal" en la compraventa de un castillo, ni el vendedor, ni el comprador, ni el castillo... ¿Porqué se vende un castillo? Igual que los seres vivos, estas propiedades tienen nombre propio, una historia... han estado en la familia durante tiempo, y el propietario mantiene con la propiedad unos lazos muy especiales. Generalmente la vende obligado por circunstancias personales, frecuentemente por herencia entre varios hermanos. Si son muchos, cada uno opinará de una manera, casi nunca por razones de tipo económico, sino sentimental. Hay quien nos ha pedido que busquemos un comprador que sepa apreciar el valor del edificio, aunque no lo pague... alguien que lo entienda y se comprometa a seguir con la tradición de conservarlo. ¿Quien compra...? Para saber en cuánto estará dispuesto a pagar, lo primero es hacer el "retrato robot" del comprador o, más bien, a qué tipo de uso lo puede destinar. Un comprador frecuente es una institución pública, el Ayuntamiento, la Comunidad, etc. Aquí hay que tener en cuenta que todos los castillos están declarados BIC o Bien de Interés Cultural, por lo que el Estado tiene derecho de tanteo y retracto, es decir que tiene primer derecho de compra al mismo precio que el que más pagara. Los particulares podrán darle distintos usos según las características de la propiedad, sus dimensiones, su estado de conservación... y las limitaciones que les pongan las propias entidades públicas... Si es para un uso de negocio, tendrá que ser un valor que permita que el negocio sea rentable, porque en estos casos lo que no son cuentas, son cuentos. Un particular puede valorar otros "intangibles", pero también los bolsillos tienen un límite. El que vale, vale... Si comparamos el valor de un castillo con el de un cuadro o un mueble comparativamente reciente, comprenderemos que el hecho de estar fijo en un sitio y su "utilidad" son los que determinan su valor... o más bien su precio. Ya hemos visto que lo primero es ver qué te dejan hacer, porque al ser BICs hay que solicitar el permiso de obras y tiene que opinar los organismos de Cultura del Ente Autónomo correspondiente. De la dimensión del castillo depende que se pueda usar para residencia privada, pequeño hotel con mucho encanto o gran Parador. Y claro, depende mucho del estado en que se encuentre, de los gastos necesarios para dedicarlo al uso que se pretende. Para un particular, pasar de cien millones cuesta, y para llegar a doscientos hay que tener capricho. Más que doscientos millones rara vez paga un particular. Ya hay que ingeniar un buen negocio para amortizar una inversión de cientos de millones. En la actualidad los precios más altos se oyen en instalaciones para el ocio y convenciones, pero es necesario un buen plan de viabilidad que tenga en cuenta todas las variables. No se trata de valorar un edificio, sino el potencial de un negocio. "Quien quisiera saber lo que cuesta, haga otra como esta" Este pareado, grabado en piedra, presidía la fachada de un palacio del S-XVI que pasó por nuestras páginas. Valor, precio, coste... ¿Cual es el valor de lo irrepetible? No parece que vayamos allegar muy lejos con el valor de reposición... Lo que desde luego no se puede es hacer el famoso cálculo del "valor comercial por el método de comparación" porque a ver cómo comparamos y ponderamos los méritos de los pocos que se hayan vendido, si es que sabemos en cuanto se vendieron. Definitivamente, son la cruz de un tasador y son pocos los que atreven con ellos. Muchos consultan www.joyasinmobiliarias.com y hacen bien. ¿Venderle a un extranjero? Pues la verdad es que en Francia, en Italia, en Inglaterra... hay muchas propiedades históricas que se venden y a unos precios bastante más razonables que lo que a veces se pide por aquí. Vale lo del sol español y la Florida europea y todo eso... pero fuera de "chauvinismos", la verdad es que nos perdemos muchos compradores que aportarían el gran valor de conservar y revitalizar estos edificios. Algún "gallego" sigue nuestras páginas desde los países hispanoamericanos, alguno ha comprado. El segundo país orígen de visitas a estas páginas es USA, y recibimos muchas peticiones de países europeos. Pero son aún minoría los edificios históricos adquiridos por extranjeros.
Otro de nuestros clásicos, se construyó alrededor de una antigua torre que sobresale de la cubierta.	Palacio de Soñanes S XIV-XVIII
El Castillo de Celrá, en Girona, en realidad es una gran Masía Pairal construida en torna a una torre defensiva. La compró un extranjero para su disfrute propio.	Castillo de Celrá, Gerona, S XIII-XVIII
Una bonita torre defensiva medieval, con trazas palaciegas, y torrecillas circulares en esquina, un elemento que se convertiría en típico de los palacios en el País Vasco.	Torre del Ribero, Burgos S XV
Los pazos más antiguos tienen su origen en una torre defensiva que se amplía junto con el poder de su dueño... Y no tienen ese orígen, se construye una para que nadie dude de la raigambre familiar.	Pazo de Rilo, La Coruña, S XV-XIX
La Torre de Olmos de Picaza, también e Burgos, con una vivienda de dos plantas adosada a ella	Torre de Olmos de la Picaza, Burgos, S XIV
Del Castillo sólo queda una torre, parte de sus murallas, y una casa hechas con los sillares desmoronados. Se vendió mucho más barato que los chalets de fin de semana, de calidad y estilo deplorables.	Castillo de Villatoro Avila, S XIV
Esta antigua torre formaba parte del sistema defensivo de un valle que unía Álava y Burgos.	Torre de Quintanilla Burgos c. S-XIII
Esta torre es el único resto del castillo de Cañete en Córdoba, donde estuvo prisionero Boabdil el Rojo. Formaba parte de una casa principal y lo adquirió el Ayuntamiento.	Castillo de Cañete, Córdoba, S XIII
Perteneció a los Velasco, Condestables de Castilla y señores de buena parte de los castillos que pasaron por estas páginas. Su propietario lo restauró, a veces con dudoso criterio, y ahora está totalmente hueca y pendiente de darle un uso.	Torre de Valdenoceda Burgos, S XV
Al Castillo de la Arguijuela de Abajo en Cáceres no se le conoce hecho de armas. El propietario no lo vende pero recupera gastos arrendándolo para usos de hostelería	Castillo de la Arguijuela de Abajo, Cáceres, S XV
Esta masía del Maresme tiene una bonita torre almenada con elementos góticos, desde la que se divisa el mar. La cubierta se soporta sobre una gran viga de madera de sección circular que acaba en enjarje cuadrado. Es el mástil de un gran barco... pirata?	Cal Baró, Barcelona, c. S-XV-XVII
Esta masía fue de un pintor que la tuvo destinada a museo que exhibía su colección privada de arte moderno. Lo vendieron sus herederos. Tiene una torre defensiva que fue el origen del edificio.	Can Raset, Barcelona, c. S XIV

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