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La Trinidad de Cuellar, Segovia
Este antiguo Convento de Trinitarios fue edificado en el S XVI por los monjes Trinitarios, como ampliación de una ermita mudéjar, situada en la puerta de la muralla, de la que aun se conserva el ábside con sus arcos románicos de ladrillo. La construcción se llevó a cabo gracias a la fundación de las familias velázquez, Bazán y Rojas, que a cambio obtuvieron el privilegio de ser enterrado en la capilla mayor.
A principios del S XIX debió quedar sin uso, y en 1809 las tropas napoleónicas lo utilizaron como cuartel. El edificio fue recuperado por la familia Rojas cuando salió a pública subasta con motivo de la Desamortización de Mendizábal. Se desmontaron entonces los altares y la nave se dedicó a panera, cilla o granero, como tantas otras en Castilla, algunas de las cuales han pasado a lo largo de diez años por estas páginas.
En 1934 el gran espacio de la nave se subdividió interiormente para su reconversión en una vivienda de tres plantas y características muy singulares.
Se accede por un portal de amplias dimensiones, anejo a una amplia cochera hoy destinada a garage. En el gran zaguán de entrada se encuentra la impresionante estatua yacente de Don Francisco de Guevara y Rojas, y de él parte una escalera de piedra que sube hasta la planta primera en la que se encuentran las zonas de estar y cocinas. Desde el salón se sube a la planta superior en la que se encuentran hasta 8 dormitorios, dos baños y dos aseos. Destaca el dormitorio principal situado en lo que fue el coro, bajo bóveda nervada de un gótico tardío, pero sobre todo el estudio que ocupa la parte alta del ábside, con piso de tarima, y en cuyos paños de pared se han situado las lápidas sepulcrales de los fundadores del convento con sus escudos de armas.
Lqa plementería de la bóveda estrellada data del siglo XVI, conadornos plateresacos y querubines. El catedrático Collar de Caceres ha estudiado recientemente las pinturas, y las atribuye al pintor Gabriel de Cárdenas, pintor cuyo tríptico de la Virgen de la Rosa se puede contemplar en el Museo del Prado.
La casa tiene un total de 350 m2, además de una bodega de unos 250 m2. Aneja a ella se encuentra la vivienda de los guardeses, así como una pequeña edificación auxiliar también adaptada como vivienda, actualmente alquilada a terceros. Con todo ello, según datos catastrales la superficie total edificada es de 828 m2, sobre un solar de 3.425 m2.
El estado de conservación del edificio es bueno, tanto en lo que hace a la estructura, cimentación y cubiertas. Aunque se ha conservado en uso hasta hace no mucho, las instalaciones son muy antiguas y precisan de una remodelación completa.
En la parte posterior de la casa hay unos jardines aterrazados que llegan hasta la muralla. En estos jardines, hoy faltos de cuidado, había una piscina y otros servicos auxiliares como cocina y barbacoa cubiertas.
El precio de venta es de 1.200.000 Euros
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