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Rafal Amagat en Menorca

Rafal es una palabra de orígen árabe que designa en las Baleares a las masías en las propiedades agrícolas explotadas directamente por sus propietarios. No fue esta palabra lo único que dejó la cultura árabe en estas islas ni en su arquitectura.

El Rafal Amagat, que aparece con este nombre en los antiguos mapas dela isla, se traduciría como "La Casa Escondida", nombre que se debería a estar situada de forma muy discreta, ya que no se la ve desde la carretera y sólo aparece al estar ya muy cerca de ella.

El Rafal Amagat fue uno de los grandes predios señoriales de la isla de Menorca, próximo a Ciudadela y a la costa. De la gran finca original se mantiene una extensión de 63.850 m2 de terreno compuesto por la suma de hasta once terrenos vallados o “tancas”, en las que hay una edificación principal o “casat” y una serie de edificaciones auxiliares originalmente para uso agrícola, que incluyen un pozo de agua inagotable, horno de pan tradicional, un gran aljibe, y dos boyeras antiguas de 250 m2. Una de ellas, la más sencilla se usa como garage, mientras que la otra, que cuenta con bonitos arcos, se podría acondicionar como vivienda o dependencia auxiliar.

Su casa principal data del S XVIII, la época en la que el Mediterráneo quedó libre de la amenaza de la piratería, y cuando se construyeron los mejores edificios de la isla. Se trata de un edificio de 425 m2, o más bien un conjunto de edificaciones macladas y añadidas a lo largo de la historia, lo que la típica imagen de la zona.

La construcción se basa en la piedra de marés, esa caliza marina que predomina en la isla, y que se sacó de una cantera existente en la misma propiedad. El marés se puede usar como mampostería basta o “en verd” recibida con mortero, o en piedra tallada y recibida “en sec” en las edificaciones más importantes. El marés es una piedra muy blanda y fácil de trabajar, que se corta con sierra y se pule con rasqueta. Los canteros locales alcanzaron una gran maestría que les permitía sus uso desde la fabricación de muros de sillería, amplios arcos adovelados, impresionantes bóvedas de arista que son especialmente destacables en Menorca, escaleras, etc, según unos despieces de distintos tamaños y nombres, que llegan hasta las tablas de 6 cms de espesor que se usaban para hacer tabiques y para los solados.

El Rafal Amagat es un magnífico muestrario de la arquitectura en marés que en este caso se puede apreciar en toda su magnitud, ya que en la reforma que se hizo hace 15 años se picó toda la cal que cubría la piedra en gruesas capas para dejar vista la piedra de marés. Gracias a ello podemos disfrutar de la gran bóveda que cubre la “porxada” o porche de acceso, uno de los elementos tradicionales de la arquitectura mallorquina, así como las bóvedas de arista en los techos de todas las habitaciones de la planta baja.

En la fachada igualmente quedó parte de la piedra a la vista, así como los canalones vistos formados por tejas, tradicionales en la zona para conducir la mayor cantidad de agua posible hacia los aljibes, y que aquí es sólo testimonial y decorativo ya que el pozo con que cuenta la propiedad es sobrado para sus necesidades.

En la planta baja la casa tiene cuatro grandes piezas bajo bóveda de arista, tres de ellas destinadas a salón, estar y comedor, y la cuarta a dormitorio con un baño anejo. Además hay un oficio en la antigua cocina bajo bóveda de medio cañón, y una gran cocina.

La escalera que parte de la propia “porxada” desemboca en la planta primera en una galería cubierta que da acceso a una distribución con una sala de estar grande, cuatro dormitorios uno de ellos con salida a una terraza, y tres baños.

La casa cuenta con todos los servicios, y esta decorada con un gusto extraordinario, utilizando los materiales tradicionales y naturales, y con mobiliario y elementos adquiridos en la zona, y que quedarían en su mayor parte en la casa.

Se trata sin duda de una propiedad muy singular y excepcional. Su precio de venta es de 1.300.000 Euros.